La mayoría de las personas no están conformes
con su cuerpo, pero aun así no hacen nada para mejorar su relación con él. Nuestro
cuerpo nos puede gustar o no, pero con el tenemos que convivir hasta el último día
de nuestra vida. Tomando conciencia de que esta, es una relación a largo plazo
y de que no podemos “divorciarnos” de él ¿qué te parece si empezamos a “limar
asperezas”?
Podemos empezar por decirle GRACIAS: ¿alguna
vez te pusiste a pensar en todo lo que tu cuerpo te da y te permite hacer? Respiramos,
comemos, nos movemos, acariciamos y … ¿cuántas cosas más? ¿Porque no darle las gracias
por todo eso?
ACEPTARLO: ¡es como es¡ analicemos que
podemos cambiar y que no, lo que no podemos modificar lo aceptamos y lo que si
podemos mejorar, mejorémoslo! Ya sea con una alimentación más saludable y
adecuada, con más ejercicio, con más conexión con nuestro ser, dándonos un tiempo para el disfrute y el
relax ¿porque no bailar, jugar, cantar…?
ESCUCHARLO: ¿Cuántas veces nuestro
cuerpo nos pide a gritos que le prestemos atención y nosotros hacemos “oídos sordos”?
Este es un buen momento para que paremos un minuto y empecemos a escucharlo,
preguntarle que necesita, mejorar nuestra conexión con él.
Pedirle PERDON, por todo a lo que lo
sometemos, la falta de ejercicio, las pocas horas de sueño, las horas de trabajos
forzados sin preguntarle si está bien, la mala alimentación y… podemos seguir
todo el día enumerando los malos tratos que le damos!!
AMARLO si no lo haces vos ¿quién? Si no
es hoy ¿cuándo? Desde ahora, tal como está en este momento, comencemos a
amarlo, cuidarlo, respetarlo y como en toda relación de a dos, cuando nos
agradecemos, aceptamos, escuchamos y amamos, las cosas. te lo aseguro, van a
empezar a mejorar.
Desde este espacio te ofrezco acompañarte en el proceso.
No dudes en ponerte en contacto.
No hay comentarios
Publicar un comentario